LA DIRECCIÓN ESCOLAR

Son muchas las Leyes de Educación que han puesto el énfasis en la importancia que tiene la dirección escolar, como elemento clave en la interrelación entre el centro, el entorno, la Administración Educativa y el aula. Pero no siempre sus líneas directrices se han concretado en actuaciones coherentes con ese papel tan importante que se le atribuye. En muchas ocasiones se ha dedicado esfuerzo y extensión a señalar los aspectos de la dirección que hacen referencia a las funciones...pero no se ha desarrollado de igual manera el perfil y rol del directivo. Tampoco se ha concretado algo tan importante como es la formación del Equipo Directivo dejando en muchos casos ésta resumida a un curso de formación inicial de una duración escasa en la que poco se puede profundizar en las numerosas funciones que tiene que desarrollar y en la complejidad de la tarea que tiene que afrontar.
Los Decretos, Órdenes y Resoluciones que concretan las mencionadas Leyes de Educación (Ley General de Educación, LODE, LOGSE, LOPEGC, LOCE, LOE) han intentado matizar muchos aspectos pero siguen sin remarcar la importancia de la formación para la práctica de la función directiva (inicial, continua...) así como el tener en cuenta los diferentes perfiles que existen dentro de los actuales directivos y sus diferentes necesidades y carencias.

EL LIDERAZGO EN LA ESCUELA

Mucho se ha escrito sobre el liderazgo, sobre la necesidad de que los directivos de los centros educativos se sintiesen líderes y ejerciesen como tales. Sin embargo, pese a toda una enorme cantidad de artículos publicados sobre el tema y pese a los libros que han salido sobre el contenido...los directivos siguen sin tener claro este rol y las consecuencias que de él se deriban para la institución escolar.

Cierto es que tal y como plantean muchos autores el liderazgo parece más una tarea propia de Samurays que de humanos normales y corrientes, pero no menos cierto es que el componente de ilusión, de marcar ruta, de convencer y arrastrar...se está demostrando cada vez más necesario para orientar a los centros educativos hacia la innovación, hacia la sintonía perfecta entre lo que se le exige al centro que dé y los servicios que este presta.

Será necesario que cada directivo, conociéndose y conociendo los tipos de liderazgo existentes se identifique con uno sabiendo que no existen modelos puros de liderazgo y sí predominancia de uno con aportaciones de otros tipos.